Jorge Hernández Fonseca

26/04/2009
25 de Abril de 2009 Tal y como se anunciaba, y antes de completarse los primeros 100 d? de la administraci?e Barack Obama frente de los destinos Norteam?ca, se ha producido el esperado encontronazo entre el flamante presidente y la dictadura m?antigua del Continente, mientras los cubanos observamos (sin participar) el desarrollo de una lucha que deber?haber sido nuestra. Despu?de un inicio favorable a Obama, quien antes de la Cumbre de las Am?cas dio un golpe de efecto que paraliz? contrario --liberando viajes y env? de dinero de los cubano-americanos-- la disputa ha comenzado a emparejarse. De hecho, Castro tiene numerosos aliados (entre los incondicionales y los condicionales) en toda Am?ca Latina, que le ayudaron a asimilar este primer golpe y a convencer a Obama --y a la opini??ca-- de que no era “justo” que Estados Unidos esperase un gesto de reciprocidad de parte del dictador cubano. En realidad, Castro respondi?si de inmediato al gesto de Obama, pero como de costumbre, de manera ret?a, con tres reflexiones en menos de 24 horas. Fue un Castro inconexo y lamentable, que no hab?hallado todav?el camino de la riposta efectiva. En su primer escrito habl?l embargo; en su segundo art?lo habl? la ley del ajuste cubano y ya en la tercera reflexi?contra la OEA, hall?r fin el camino m?conveniente, haciendo el papel de v?ima que lo ha caracterizado contra Estados Unidos y que tan buen resultado le ha dado. En medio del enfrentamiento virtual apareci??isiblemente descompuesto (no se sabe bien por qu?y expres? manera en?ica (y casi convincente) que Cuba estaba dispuesta a discutir “de todo”, como acostumbra la propaganda castrista a decir que hay en Cuba, es decir, ‘de nada’. En respuesta sali?la palestra Hillary Clinton a congratularse por la oferta raulista y casi a sentar las bases de lo que ser?el inicio de la distensi?ntre Cuba y EUA. Craso error. La retorica castrista fue derivando hacia temas que separaban (en vez de aproximar) a los contendientes, desmintiendo lo dicho por Ra?“donde dijo digo, ten?que haberse interpretado Diego”). Castro aprovech?ra alfiletear a Hugo Ch?z, cuando describi?s “posiciones abyectas” de “algunos” de los “dirigentes” en el trato con Obama en la Cumbre. El dictador no soport? esp?tu genuflexo de Ch?z, que literalmente se derriti?ando Obama se dirigi?rsonalmente a ?para estrechar su mano. Este momento, y el regalito que Ch?z le ofreci?icionalmente en p?co a Obama, deben haber sido tragos amargos para el dictador cubano. Para dar una se?inequ?ca, Castro ensalz? una de sus reflexiones nada menos que a Daniel Ortega, el jefe de estado m?gris que tom?iento en la Cumbre, el que, justificando el tiempo adicional que tom? otros jefes de estado hablando, argument?e “hab?tenido que esperar mucho tiempo en su avi?ntes de desembarcar, pasando un calor insoportable”. Ortega fue posteriormente recibido por los hermanos Castro como ‘la estrella de la Cumbre’ y habl?sta por los codos en la TV cubana donde critic?ramente a Ch?z sin mencionarlo. La dictadura tambi?hizo circular rumores de comentarios de Rafael Correa dici?ole a uno de sus colega del ALBA que Ch?z “lo iba a dejar s?, “como lo hab?dejado a ?en el grupo de R?reunido en Rep?ca Dominicana cuando ambos enfrentaban a Uribe, con el cual hab?corrido Ch?z a abrazarse”. La pusilanimidad de Ch?z pudiera causar un cisma en el ALBA, en momentos que su chequera no soporta m?compensar con dinero su total incompetencia. Lo que para Castro significa un drama, para Obama se constituye en un triunfo resonante frente a sus enemigos jurados en la regi?que tendr?que recomponer sus relaciones internas ahora afectadas. Castro por su parte, desmintiendo a Ra?criticando a Obama y alfileteando a Ch?z, se ha erigido en una torre inaccesible en el ?a, solamente avalado por Daniel Ortega. Peligroso papel est?ugando el dictador cubano en momentos que EUA pudiera acercarse adicionalmente a Venezuela, de la cual depende econ?amente la dictadura cubana, a pesar de los pesares y del derretimiento del gorila de Barinas con el presidente norteamericano. Obama por su parte, retornando de la Cumbre ha pasado a dedicar su tiempo a asuntos m?importantes para EUA, al igual que su Secretaria de Estado, dejando ambos un poco de lado el drama interno del ALBA con el surto pasional de Ch?z hacia Obama. Castro ha continuado tocando la misma tecla (despu?que la encontr?e manera ret?a, dejando a Ra?n posici?nc?a al decirle en otras palabras “cada vez que te dejo solo, la haces”. Obama desde luego que calcul?l a Castro. Ahora comienza a aprender lo que ya saben los anteriores 10 presidentes de los Estados Unidos. De haber tenido Castro similar esp?tu que Ch?z, ya se hubiera rendido a los pies de Obama, pero es otro el caso. No obstante, y a pesar del apoyo que la posici?astrista tiene en Am?ca Latina, no hay argumentos nuevos contra EUA en las fren?cas y sucesivas (diarias) ‘reflexiones’ de Castro. El dictador cubano no har?l pr?o gesto como ser?l?o esperar, y Obama lo permitir? instancias de Lula da Silva y comparsa, pero no hay argumentos adicionales en sus ‘reflexiones’ para el inmovilismo castrista despu?del primer paso unilateral dado por Obama, ni siquiera actuar sobre la leonina tasa de cambio del d? en Cuba, que le hacer perder 20% de su valor de manera arbitraria. Aparentemente, la meta de la dictadura ahora es conseguir en EUA la autorizaci?e viajes de los norteamericanos a la isla, aspecto parcialmente encaminado en el Congreso. De esa manera la dictadura conseguir?su verdadero objetivo, que representa una inyecci?con?a importante en momentos dif?les y le permite a Obama no polemizar directamente con los hermanos Castro, dejando los mecanismos congresionales actuar a favor del dictador cubano. As?as cosas, los art?los diarios del dictador han derivado hacia otros asuntos. Ha terminado el primer gran encontronazo de la administraci?bama con la dictadura castrista. Tres grandes preguntas quedan sin embargo en el aire: ¿har?uba por su parte un gesto, aunque sea m?mo --no ret?o-- que demuestre a los ojos de Latinoam?ca que realmente desea mejorar sus relaciones con Estados Unidos?; ¿habr?estos unilaterales adicionales por parte de Obama y sus hombres, fuera del esperado acuerdo congresional respecto a los viajes de ciudadanos norteamericanos a la isla?; ¿hasta cuando Latinoam?ca continuar?ando cr?to gratuito a la dictadura, olvidando la opresi?dicional que este cr?to implica en la yugular del sufrido pueblo cubano? Comenzar?or la pregunta final. Para la Latinoam?ca actual, el problema cubano se reduce al diferendo Cuba-Estados Unidos, lo cual fue confirmado en Trinidad Tobago con la posici?sumida por Obama. Aparentemente no hay problemas en Cuba fuera del diferendo con Norteam?ca y este punto solamente Obama puede colocarlo de nuevo en el contexto correcto. Estados Unidos, en lugar de situar la problem?ca que sufre la poblaci?e la isla como siendo la causa principal de todos los problemas, se ha limitado a discutir sobre los temas conflictivos de las relaciones comunes, como si la dictadura implantada en la isla, seguida de la confiscaci?in compensaciones de todos los bienes y servicios cubanos y norteamericanos hace 50 a?no fuera la causa real del embargo, del exilio cubano, sus viajes, sus remesas, la inmigraci?legal, sin llegar a tocar aspectos subyacentes m?profundos (y reales) como el apoyo y financiamiento a la subversi?egional que cost?ntas vidas en los “a?de plomo”. Respecto a las otras dos preguntas. Cuba no har?no se lo exige nadie, ni siquiera EUA) gestos que no est?enmarcados n?damente dentro de sus intereses dictatoriales. De nuevo tendr?ue ser Obama el hombre de los gestos hacia la isla que lo critica y condena, animado por sectores de su partido comprometidos con Castro por un lado y por la Latinoam?ca de Lula da Silva por otro, que ha dejado a los cubanos solos a su suerte ante una tiran?que los desprecia, y que no han sabido recomponer su lucha a trav?de una instituci?epresentativa. El actor principal del drama que acabamos de analizar es el pueblo de dentro y fuera de la isla y ha sido el ?o que no ha sido tenido en cuenta por ninguno de los contendientes. Por un lado, Obama no tiene porqu?epresentar el pueblo de un pa?que no es el suyo; por otro lado, los intereses que cuida el dictador cubano son los asociados a su esquema de opresi?de manera que lo ?o que pudiera balancear este contrapunto dual ajeno a los cubanos, ser?la aparici?e una instituci?epresentativa de la oposici?ubana de dentro y fuera de la isla. La batalla analizada sin embargo est?n sus inicios, pero cualquiera de ambos contendientes que la gane, no representar?ecesariamente la victoria del pueblo cubano contra la dictadura. Por eso, es importante comprender que estamos ante la batalla equivocada. La batalla real de los cubanos de dentro y fuera de la isla es en contra la dictadura que lo oprime, tenga o no diferencias con los EUA, piense Lula da Silva como piense, se derrita Ch?z o no con Obama.

Tibiriça Ramaglio

26/04/2009
Pelo menos desde o primeiro mandato de Luiz In?o Lula da Silva, a revista Carta Capital se tornou uma revista totalmente descart?l, por ter se transformado numa cartilha vendida ao capital lulo-petista, capital acumulado de maneira que o leitor bem conhece. No entanto, a edi? de n?o 543, que ora se encontra nas bancas, conseguiu superar todos os padr?do jornalismo marrom brasileiro e olhe que o pa??r?o no g?ro. Pois n??ue a Carta Capital resolveu fazer eco ?alta de decoro com que o ministro Joaquim Barbosa tem denigrido o Supremo Tribunal Federal, com sua renitente mania de bater boca com seus colegas da inst?ia maior do poder Judici?o? Suprimindo qualquer distin? entre o papel da imprensa e aquele que se usa na privada, uma reportagem intitulada “Barbosa Reage” simplesmente esquece o que qualquer reportagem deve ter de informativo para se transformar em louva? do exaltado ministro, bem como em execra? ao presidente do STF, ministro Gilmar Mendes. Estou exagerando? Basta ler o “abre” da reportagem para concordar comigo: “N?houve aplausos nem discursos. Na quinta-feira 23, data em que o ministro Gilmar Mendes completou um ano na presid?ia do Supremo Tribunal Federal (STF), o plen?o da Corte ficou vazio. As sess? assim como as demais atividades do dia, acabaram canceladas. Reinou o sil?io, a traduzir a fratura institucional do STF finalmente exposta, no dia anterior, pelo ministro Joaquim Barbosa”. O par?afo ?ma p?la da manipula? dos fatos, pois induz a crer que, n?fosse por ter Gilmar Mendes no cargo, o Supremo estaria repleto de gente no plen?o cantando parab? a voc?o seu presidente quando este completasse seu primeiro ano de mandado. N?creio que tal comemora? acontecesse, qualquer que fosse o presidente da Corte, a menos que ele n?tivesse nem um pingo de esp?to republicano e resolvesse transformar a sede do STF na casa da m?Joana, onde o ocupante de um cargo presidencial pode se sobrep? Institui? que preside e comandar festinhas em homenagem pr?a. Quanto a “Reinou o sil?io a traduzir uma fratura institucional” ? escancaradamente – uma frase composta de figuras de linguagem, cuja inten? ?ersuadir, de modo subliminar, pela emo?. N?tem nem pode ter nenhum fundamento nos fatos, em especial diante da nota publicada e assinada por oito ministros da Corte, em que estes reafirmam sua “confian?e o respeito ao senhor ministro Gilmar Mendes na sua atua? institucional como presidente do Supremo, lamentando o epis? ocorrido nesta data”. Assim como a antipatia a Henrique Meirelles, cuja demiss?do BC a revista j?oticiou em capa uma vez pelo menos, embora ela n?tenha acontecido at? momento, a antipatia da Carta Capital por Gilmar Mendes n?tem cunho jornal?ico. Al?de servi? prestados ao poder Executivo, trata-se provavelmente de uma antipatia pessoal de seu capo, il vecchio Mino Carta, jornalista que, a exemplo da saudosa Dercy Gon?ves, tem se despedido definitivamente de seu p?co numa semana para tornar a saud?o com novos e disparatados artigos na semana seguinte. Enfim, as birras de Carta Capital dessa semana n?se encontram somente na mat?a principal, mas tamb?em textos menores como o intitulado “A semana Severina de Gabeira”, em que a revista se congratula com Severino Cavalcanti, sem d?a um injusti?o gigante moral do mui respeit?l Congresso nacional, e se deleita com o fato de Fernando Gabeira ter sido atingido pelo esc?alo das passagem a?as. Que Gabeira n?? que aparenta ser, quem ?ais esclarecido j?abe. Mas, ao apresentar Gabeira como “porta-voz da indigna? seletiva dos freq?adores dos cal??da zona sul carioca e das ruas arborizadas de S?Paulo” (numa das quais, por sinal, fica a reda? da pr?a Carta), a revista entrega sua vis?classista e preconceituosa e coloca-se no papel de porta-voz dos freq?adores do n?o 132 da rua Silveira Martins, no centro de S?Paulo, onde, para quem n?sabe, funciona o Diret? Nacional do PT.

"Dom" Tomás Balduíno

25/04/2009
Caro Amigo Presidente Fernando Lugo, Acompanhei as not?as que levaram ao conhecimento p?co o seu relacionamento com uma mulher e o nascimento de um filho. A m?a brasileira repercutiu seguidamente o fato, fazendo coro, de bom grado, com os membros paraguaios do Partido Colorado, destacando-se o congressista V?or Bogado, que se arvorou em seu juiz e o apedrejou. Chegou at?im tamb?uma parte da comunica? da Confer?ia Episcopal do Paraguai pedindo perd?pelos pecados da Igreja cat?a, numa impl?ta refer?ia a voc? N?posso deixar de me manifestar neste seu caso. Sou impelido a isso pela nossa velha amizade, desde os bons tempos de sua participa? nos encontros em S?Paulo, no grupo ecum?co e latino americano de bispos. Sou impelido sobretudo pelo que eu conhe?da sua trajet?, pelo que eu venho acompanhando e refletindo sobre o grande significado de sua providencial subida ?resid?ia da Rep?ca do Paraguai, carregado pelo povo pobre do seu Pa? tornando esta Na? uma das auspiciosas refer?ias do processo de liberta? do nosso Continente. E minha manifesta?, depois ter ponderado com alguns irm? e irm? ?m primeiro lugar para dar-lhe os parab?, fazendo eco ?eclara? do meu amigo e bispo Mons. M?o Melano Medina, seu compatriota, pelo seu ato de valentia e sinceridade ao reconhecer a crian? Uno-me tamb?ao bispo metodista em?to Federico Pagura ao expressar-lhe, tamb?em carta aberta, sua solidariedade: ante tu decisi?e hacer p?cas tus relaciones com tu compa?, y tu compromisso de assumir plenamente tu responsabilidad de padre. Continue assim, caro Irm? coerente com a inspira? evang?ca, ao testemunhar, com clarivid?ia e humanidade, o inestim?l valor do relacionamento entre o homem e a mulher. Os bispos paraguaios fizeram um ato p?co de pedido de perd? ?salutar que a Igreja o fa?sempre. ? ali? o que a liturgia nos prop?odas as vezes que celebramos a Eucaristia. ?verdade que n?vi o texto completo desta declara? dos bispos, mas pelo discurso que ouvi do Sr. Arcebispo de Assun? no Te Deum de sua posse como Presidente do Paraguai, receio que este pedido de perd?n?se refira ?omiss?da Igreja com rela? aos poderosos da pol?ca e ao sofrimento do povo durante os anos de tirania do governo paraguaio. O risco de uma declara? apressada e ing?a da Igreja ?esta declara? se somar com a onda da m?a e com o bloco de for? da elite de oposi? que, ficam sempre ?spreita de qualquer chance de desestabiliza? do seu governo, mesmo sob a capa do moralismo mais hip?ta. Dou-lhe tamb?os parab? sobretudo porque o vejo disposto a continuar sua caminhada de luta com seu povo e a enfrentar as dificuldades atuais do seu governo, inclusive esta ?ma. Por tudo isso, caro Amigo, receba a minha plena solidariedade. O Senhor Jesus, que apareceu aos disc?los ressuscitado e chagado, esteja ao seu lado, o acompanhe, o ilumine, o fa?sempre forte e corajoso diante destas e de outras dificuldades que certamente advir?na sua caminhada a servi?do seu admir?l Povo. Abra?o com fraterna amizade. Goi?a, 18 de abril de 2009 Dom Tom?Balduino Bispo em?to de Goi? * Bispo Em?to de Goi?- GO. Presidente da Comiss?Pastoral da Terra (CPT)

Pedro Corzo

25/04/2009
Hace pocos meses, despu?de la segunda vista de Luiz Inacio Lula da Silva en su condici?e jefe de estado a Cuba, Fidel Castro escribi?a reflexi?cerca del mandatario brasile? La reflexi?estacaba las diferencias entre el ex vicepresidente nicarag?e Sergio Ram?z y Lula da Silva. Subrayaba Castro en su escrito el sentido de la lealtad del l?r del Partido de los Trabajadores de Brasil, que se manifiesta, en su opini?“en la fidelidad a las ideas, a la patria, al amigo, al hermano, al compa?, a las causas nobles y justas por las cuales el hombre llega a arriesgar e, incluso, a ofrendar la vida”. Los elogios a da Silva, contrastaban con las criticas que hac?a Ram?z, en cuya casa hab?conocido al dirigente obrero en julio de 1980, qui?estaba acompa? en aquella ocasi?or su amigo y compa? de militancia, el inefable Frei Betto, quien manifest? una ocasi?El Che es el San Francisco de la Pol?ca” y “Cuba es para mi un paradigma”. La pol?ca de estado de Brasil a favor de la reinserci?e Cuba al ?ito pol?co americano, sin que en la isla se hayan producido cambios hacia la democracia, es un proyecto que Lula da Silva ha promovido con mucha eficiencia y que le hace merecedor de los elogios de su mentor. Los resultados obtenidos por el mandatario brasile?an sido m?efectivos que los impulsados por la troika integrada por Hugo Ch?z, Evo Morales y Daniel Ortega, mandatarios de Venezuela, Nicaragua y Bolivia respectivamente. Mientras la troika populista, en particular el auriga del armatoste, Hugo Ch?z, ha gritado y escandalizado, adorado en p?co a Fidel Castro, glorificado la Revoluci? denostado de Estados Unidos; da Silva ha estado trabajando a favor de la perpetuaci?el r?men cubano y de su reinserci?nstitucional en el hemisferio de forma discreta, efectiva y sin hacer enemigos. Por supuesto que el resultado de la labor de Lula es en gran medida consecuencia de haber actuado hasta el momento como un dem?ta consecuente. No se le aprecian las veleidades continuista de lvaro Uribe y menos la pasi?otalitaria que corroe a Hugo Ch?z y a Rafael Correa. Su gobierno, aunque zarandeado por esc?alos de corrupci?es respetado por la comunidad internacional y en particular por las transnacionales. Tampoco debemos pasar por alto que gobernar un pa?como Brasil le aporta un peso especifico de suma importancia, por lo que sus opiniones y juicios no pueden ser obviados f?lmente. El r?men totalitario de los Castro siempre ha estado presente en la hoja de trabajo del Partido de los Trabajadores, a pesar de que un importante sector de esa agrupaci?ol?ca brasile?ersistentemente ha defendido el pluralismo pol?co y la democracia. Una contradicci?ue aparentemente es consecuencia de la admiraci? la gratitud que da Silva y el propio PT. siente por Fidel. Despu?del primer contacto las relaciones entre Fidel Castro y Lula da Silva se fortalecieron. Lula viaj?La Habana en 1989, cuando se preparaba para presentarse por primera, de cinco, como candidato a la presidencia de su pa? En las elecciones, 1990, en la que result?ecto Fernando Collor de Mello, Castro que se encontraba en Brasil, visit?Lula cuando el resto de los invitados solo compart? con el vencedor. De ese gesto de Castro, que Indiscutiblemente ha tenido un especial olfato para descubrir aliados para los tiempos dif?les, coment?la da Silva “En nuestra larga amistad, Castro ha tenido gestos inolvidables…..Al otro d? vino a mi casa a visitarme, fue un gesto que nunca olvidar? En 1990 el Partido de los Trabajadores, en coordinaci?on la dictadura cubana, hizo p?ca la fundaci?el Foro de Sao Paulo, una agrupaci?ue reune a numerosos partidos de la izquierda latinoamericanos entre los que se contaban desde los llamados progresistas del PRD mexicano hasta los guerrilleros del salvadore?rente Farabundo Mart? las terroristas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Desde ese organismo el PT. prest?a gran asistencia a Castro, dando los primeros pasos para eliminar el parcial aislamiento diplom?co, comercial y medi?co que Cuba enfrentaba y que se hab?agravado con el fin de la URRS. Por otra parte medios de prensa brasile?rese?n que Lula da Silva gan?s elecciones del 2002 con el apoyo econ?o de las FARC, cinco millones; otros medios informaron que La Habana entreg? PT 3 millones de d?es para la campa?a pesar de que el financiamiento externo de los partidos est?rohibido por las leyes electorales de Brasil. En septiembre de 2003, Lula viaj?Cuba, con su antiguo jefe de la Casa Civil, Jos?irceu, que durante a?vivi?ilado en la isla y fue favorecido por el r?men de los Castro. Entre los acuerdos bilaterales se destacaron las inversiones de Petrobras y la construcci?e una nueva embajada, que ser?levantada en un terreno de 8 mil metros cuadrados del barrio capitalino de Miramar, donado por Castro, y cuyo dise?ue confiado al arquitecto Oscar Niemeyer. Posteriormente cuando tuvo lugar en Cuba la transferencia de poderes de Fidel Castro a Ra?Lula da Silva dijo “El mito contin?Fidel es el ?o mito vivo en la historia de la humanidad. Tom?ta iniciativa y creo que eso debe ser bueno para Cuba,- aparentemente para da Silva, Castro es Cuba- de forma que Brasil est?atisfecho que sea as?un proceso muy tranquilo”. Brasil ha sido el agente catalizador para que Am?ca Latina establezca una Pol?ca Com?acia Cuba. Logr? ingreso de la isla en el Grupo de Ri?rat? caso cubano con el presidente Barack Obama durante su visita a la Casa Blanca y ha insistido en todos los foros internacionales de que el r?men totalitario cubano debe ser respetado y aceptado tal y como es. Sin dudas, Brasil tipifica la postura de Am?ca Latina hacia el r?men de Fidel Castro, que nunca se ha caracterizado por una posici?octrinal contra el totalitarismo insular; pero al parecer Lula da Silva se siente obligado con Fidel Castro y la Revoluci?ubana de manera personal. Al parecer para da Silva es importante que la utop?cubana sobreviva y por eso la defiende, pero no de forma ciega y torpe como Hugo Ch?z, lo que lo convierte en el mejor aliado del castrismo. Sin dudas, Lula ha hecho un gobierno sobrio y equilibrado, ajustado al sentido com?pero ese sentido y el decoro, le falta cuando contempla la situaci?ubana. Al igual que otros dirigentes pol?cos, el mandatario brasile?nterpreta la sucesi?e Ra?or Fidel Castro como una renovaci?el gobierno de la isla, un cambio hacia formas mas abiertas de gobierno y de ah?u disposici? una asociaci?as estrecha con La Habana. Algunas de sus declaraciones hacen creer que est?onvencido que Fidel us? enfermedad como un pretexto para iniciar un proceso de renovaci?por eso dijo en una ocasi?La impresi?ue sent?ue que Fidel estaba analizando la situaci?ol?ca y quer?crear las condiciones para que esto ocurra”, y agreg?e en su encuentro con Castro tuvo la convicci?e que el l?r cubano ten?perfectas condiciones intelectuales para reasumir el poder.De Ra?astro dice “es un hombre altamente preparado. Tiene una visi?el mundo muy importante.” Para Lu?Inacio Lula da Silva, es importante adecuar la pol?ca a los tiempos y dejar atr?conductas propias de la Guerra Fr? pero aparentemente ese argumento solo es v?do en lo que es ? al gobierno de La Habana, porque aunque ha visitado la isla en numerosas ocasiones nunca ha indagado por los prisioneros de conciencia, mostrado inter?por la ausencia de pluralismo pol?co, la falta de libertad de prensa, o intentado conversar con un miembro de la oposici?al y como hizo Fidel Castro con ?en 1990. - Abril.2009

Agnaldo Del Nero Augusto

25/04/2009
Entre os diversos epis?s dessa luta, a decossaquiza? - ou seja, a elimina? de todo grupo social dos cossacos – ocupa uma posi? particular, por ter sido a primeira em que o novo regime tomou medidas visando a deportar, eliminar a totalidade da popula? de um determinado territ?. Cossaco ?alavra de origem turca e significa “homem livre”. Eram ardorosos crentes crist? ortodoxos. N?es, acabaram fixando-se na regi?do Don e do Kuban, ao sul da R?a. Ex?os cavaleiros, durante o Antigo Regime, constitu?m-se em guardi?dos confins do Imp?o Czarista, tendo, inclusive, participado de sua expans? O “estatuto cossaco” os distinguia dos outros camponeses russos. Em troca do servi?militar at? idade de 36 anos recebiam 30 hectares de terra e a faculdade de se armarem. Os generais czaristas depositavam enorme esperan?nos cossacos do Don e do Kuban, pelos seus antigos v?ulos com o regime. Seus advers?os, pela mesma raz? consideravam-nos simples bandoleiros. Desejando, antes de tudo, salvar o seu estatuto e sua independ?ia, evitaram tomar partido no confronto entre vermelhos e brancos. Todavia, grupos cossacos, inquietos diante das declara?s bolcheviques culpando todos os kulaks, incluindo-os nessa categoria de camponeses, juntaram- se ?for? antibolcheviques. Pode-se falar em guerra civil a respeito das escaramu? ocorridas no sul da R?a. O surpreendente ? contraste entre os ex?os efetivos engajados e a viol?ia inaudita da repress?exercida pelos bolcheviques. Comiss?institu? pelo general Denikin, comandante das for? armadas do sul da R?a, esfor?-se no recenseamento das atrocidades cometidas pelos bolcheviques na Ucr?a, no Kuban, regi?do Don e na Crim?. Os seus arquivos, transferidos para Moscou em 1945, est?agora dispon?is, depois de ficarem fechados durante muito tempo. Os testemunhos recolhidos por essa comiss?– que constituem a principal fonte do livro do historiador social-revolucion?o Sergei P. Melgunov, “O Terror Vermelho na R?a”, d?conta das atrocidades perpetradas pelos bolcheviques a partir de 1918. Narra os principais massacres de detentos, ref? e civis comuns executados em massa, quase sempre “por pertencerem a uma determinada classe”. No primeiro trimestre de 1919, os destacamentos bolcheviques j?aviam executado mais de 8 (oito) mil cossacos. Diante dessa torrente repressiva, os cossacos n?tiveram alternativa a n?ser se rebelarem. Esses massacres se inscreviam na continuidade da l?a do Terror Vermelho. Encontrando-se do lado dos vencidos, os cossacos foram a ele submetidos. Um dos m?dos mais r?dos de decossaquiza? era a destrui? dos burgos cossacos e a deporta? de todos os sobreviventes. Os arquivos de Sergo Ordjonikidze, um dos principais dirigentes bolcheviques, na ?ca presidente do Comit?evolucion?o do C?aso Norte, conservam os documentos de uma dessas opera?s. Sergo ordenou: “ 1. Queimar inteiramente o burgo de Kalinoskaia; 2. Esvaziar de todos os habitantes os burgos de Ermolovskaia, Romanovskaia, Samachinskaia e Mikhhailovskaia; as casas e as terras pertencentes aos habitantes ser?distribu?s entre os camponeses pobres. 3. Embarcar em vag?de trem toda popula? masculina de 18 a 50 anos e deport?os em dire? ao norte, onde far?trabalhos for?os de natureza pesada; 4. Expulsar mulheres, crian? e idosos, deixando-lhes, por? a autoriza? para que se reinstalem em outros lugares mais ao norte; 5. Apreender todo o gado e todos os bens dos habitantes dos burgos”. Os cossacos das regi?do Don e do Kuban pagaram um pesado tributo por terem feito oposi? aos bolchevistas. Segundo as estimativas mais superficiais, para uma popula? que n?ultrapassava os tr?milh?de pessoas, entre 300 e 500 mil cossacos e seus familiares foram mortos ou deportados at?920. (LN 127) COLETIVIZA?O FOR?DA E DESKULAKIZA?O N?tendo obtido o resultado desejado com as requisi?s de alimentos, pelo contr?o, provocando uma grande fome que levou ?orte milhares de camponeses e suas fam?as, os bolcheviques, depois da Guerra civil, j?elhor organizados, partiram para a consecu? do objetivo original a coletiviza? na agricultura, uma forma mais eficaz de recolher o tributo em esp?e, para obter os recursos a serem empregados na industrializa? do pa? Esta foi uma verdadeira guerra declarada pelo Estado sovi?co contra uma na? de pequenos produtores. Os kulaks reagiram a essa coletiviza? for?a. Eram produtores independentes que possu? pequenas propriedades. Como propriet?os, n?eram admitidos pelos bolcheviques que, visando a indisp?s com o restante da popula?, os apodavam “burgueses do campo”. Em dezembro de 1929, Stalin j?avia anunciado a passagem da limita? das tend?ias produtoras ?iquida? dos kulaks enquanto classe. Uma comiss?do Politburo fora encarregada de definir as medidas pr?cas dessa liquida?. Coordenadas em cada distrito por uma troika, as opera?s foram conduzidas in loco por comiss?e brigadas de deskulakiza?. As instru?s eram claras: coletivizar o maior n?o poss?l de unidades produtoras e prender os recalcitrantes etiquetados como kulaks. Tais pr?cas naturalmente abriam caminho para todos os abusos e ajustes de contas. Como observa um relat? da GPU (primeira substituta da Tcheka- esclarecimento do autor) vindo da prov?ia de Smolensk, “os deskulakizadores retiravam as roupas de inverno e as roupas de baixo para frio dos camponeses abastados, apoderando-se em primeiro lugar dos sapatos. Eles deixavam os kulaks de ceroulas e lhes pegavam tudo, incluindo os velhos sapatos de borracha, as roupas de mulheres, seus ati?ores de fogo, seus c?aros. Enfim, as propriedades dos camponeses deskulakizados foram com freq?ia simplesmente saqueadas. Camponeses eram presos e deportados alguns, por terem vendido gr? ao mercado, outros por possu?m dois samovares, outros ainda, por terem, matado um porco “com o objetivo de consumi-lo e de subtra?o, desse modo, ?propria? socialista. Os kulaks estavam empobrecidos, arcando com os impostos cada vez mais pesados. N?demorou e as comunidades dos povoados come?am a se reunir revoltadas com a pilhagem, contra os “deskulakizadores” e os “coletivizadores”. No in?o de 1930 o GPU recenseou 402 “revoltas e manifesta?s” que cresceram para mais de mil em fevereiro e mais de 6.000 em mar? Essa resist?ia em massa e n?esperada dos camponeses obrigou o poder a modificar momentaneamente seus planos. Em mar?de 1930, todos os jornais sovi?cos publicaram famoso artigo de Stalin, “A Vertigem do sucesso”, no qual ele condenava as distor?s do princ?o do voluntariado dos camponeses aos kolkhozes, imputando os ”excessos” da coletiviza? e da deskulakiza? aos respons?is locais. O impacto do artigo foi imediato, nesse m?mais de cinco milh?de camponeses deixaram os kolkhjozes. Durante o m?de mar? as autoridades centrais receberam cotidianamente relat?s da GPU dando conta das subleva?s em massa na Ucr?a Ocidental, na regi?central das terras negras, no C?aso do Norte e no Cazaquist? Mais de 800 dessas manifesta?s de massa tiveram que ser ”esmagadas pela for?armada”. Durante esses eventos, mais de 1500 funcion?os p?cos foram mortos, feridos ou espancados. N?se tem informa?s sobre o n?o de mortos e feridos do lado campon? Se os camponeses chegaram a perturbar os planos governamentais de coletiviza? acelerada, seus sucessos duraram pouco. Diferentemente do que se passara em 1920-1921 eles n?conseguiram fazer funcionar uma verdadeira organiza?, encontrar l?res. Na falta de armas, progressivamente apreendidas no decorrer dos anos 20, as revoltas camponesas falharam em seus objetivos. Segundo dados da GPU, mais de 20.000 pessoas foram condenadas ?orte em 1930, apenas pelas jurisdi?s de exce? da pol?a pol?ca. A GPU perseguia diretriz de G. Yagoda para a pris?de 60 mil kulaks de primeira categoria. Em alguns dias, o plano fora ultrapassado. Relat? secreto especificava: “Em execu?s, em indiv?os retirados de circula?, atingimos 64.589. Estamos insistindo na exposi? desses acontecimentos porque acostumamo-nos a ouvir que o Brasil livrou sua popula? dos horrores do comunismo. Assim como os mais novos n?tem no? do atraso em que vivia o pa?em meados do s?lo XX, desconhecem como a maioria da popula?, os crimes contra as pessoas que constituem a ess?ia do fen?o do terror comunista. Esse conhecimento permite-lhes entender a raz?da luta empreendida para manter a democracia e a valorizar os que nela se empenharam, para livrar a popula? dessa barb?e * General de Divis?Reformado

Bento XVI

24/04/2009
MENSAGEM URBI ET ORBI DO SANTO PADRE BENTO XVI PSCOA 2009 Amados irm? e irm?de Roma e do mundo inteiro! A todos v?ormulo cordiais votos de P?oa com as palavras de Santo Agostinho: «Resurrectio Domini, spes nostra – a ressurrei? do Senhor ? nossa esperan? (Agostinho, Serm?261, 1). Com esta afirma?, o grande Bispo explicava aos seus fi? que Jesus ressuscitou para que n?apesar de destinados ?orte, n?desesper?emos, pensando que a vida acaba totalmente com a morte; Cristo ressuscitou para nos dar a esperan?(cf. ibid.). Com efeito, uma das quest?que mais angustia a exist?ia do homem ?recisamente esta: o que h?epois da morte? A este enigma, a solenidade de hoje permite-nos responder que a morte n?tem a ?ma palavra, porque no fim quem triunfa ? Vida. E esta nossa certeza n?se funda sobre simples racioc?os humanos, mas sobre um dado hist?o de f?Jesus Cristo, crucificado e sepultado, ressuscitou com o seu corpo glorioso. Jesus ressuscitou para que tamb?n?acreditando n’Ele, possamos ter a vida eterna. Este an?o situa-se no cora? da mensagem evang?ca. Declara-o com vigor S?Paulo: «Se Cristo n?ressuscitou, ?? nossa prega? e v? nossa f? E acrescenta: «Se t?somente nesta vida esperamos em Cristo, somos os mais miser?is de todos os homens» (1 Cor 15, 14.19). Desde a alvorada de P?oa, uma nova primavera de esperan?invade o mundo; desde aquele dia, a nossa ressurrei? j?ome?, porque a P?oa n?indica simplesmente um momento da hist?, mas o in?o duma nova condi?: Jesus ressuscitou, n?para que a sua mem? permane?viva no cora? dos seus disc?los, mas para que Ele mesmo viva em n?e, n’Ele, possamos j?aborear a alegria da vida eterna. Portanto a ressurrei? n??ma teoria, mas uma realidade hist?a revelada pelo Homem Jesus Cristo por meio da sua «p?oa», da sua «passagem», que abriu um «caminho novo» entre a terra e o C?(cf. Heb 10, 20). N??m mito nem um sonho, n??ma vis?nem uma utopia, n??ma f?la, mas um acontecimento ?o e irrepet?l: Jesus de Nazar?filho de Maria, que ao p?o sol de Sexta-feira foi descido da cruz e sepultado, deixou vitorioso o t?o. De facto, ao alvorecer do primeiro dia depois do S?do, Pedro e Jo?encontraram o t?o vazio. Madalena e as outras mulheres encontraram Jesus ressuscitado; reconheceram-No tamb?os dois disc?los de Ema?o partir o p? o Ressuscitado apareceu aos Ap?los ?oite no Cen?lo e depois a muitos outros disc?los na Galileia. O an?o da ressurrei? do Senhor ilumina as zonas escuras do mundo em que vivemos. Refiro-me de modo particular ao materialismo e ao niilismo, ?ela vis?do mundo que n?sabe transcender o que ?xperimentalmente constat?l e refugia-se desconsolada num sentimento de que o nada seria a meta definitiva da exist?ia humana. ?um facto que, se Cristo n?tivesse ressuscitado, o «vazio» teria levado a melhor. Se abstra?s de Cristo e da sua ressurrei?, n?h?scapat? para o homem, e toda a sua esperan?permanece uma ilus? Mas, precisamente hoje, prorrompe com vigor o an?o da ressurrei? do Senhor, que d?esposta ?ergunta frequente dos c?icos, referida nomeadamente pelo livro do Coeleth: «H?orventura qualquer coisa da qual se possa dizer: / Eis, aqui est?ma coisa nova?» (Co 1, 10). Sim – respondemos –, na manh?e P?oa, tudo se renovou. «Morte e vida defrontaram-se num prodigioso combate: O Senhor da vida estava morto; mas agora, vivo, triunfa» (Sequ?ia Pascal). Esta ? novidade! Uma novidade que muda a vida de quem a acolhe, como sucedeu com os santos. Assim aconteceu, por exemplo, com S?Paulo. No contexto do Ano Paulino, v?as vezes tivemos ocasi?de meditar sobre a experi?ia do grande Ap?lo. Saulo de Tarso, o renhido perseguidor dos crist?, a caminho de Damasco encontrou Cristo ressuscitado e foi por Ele «conquistado». O resto j?abemos. Aconteceu em Paulo aquilo que ele h?e escrever mais tarde aos crist? de Corinto: «Se algu?est?m Cristo, ?ma nova criatura. O que era antigo passou: tudo foi renovado!» (2 Cor 5, 17). Olhemos para este grande evangelizador que, com o audaz entusiasmo da sua ac? apost?a, levou o Evangelho a muitos povos do mundo de ent? A sua doutrina e o seu exemplo estimulam-nos a procurar o Senhor Jesus; encorajam-nos a confiar n’Ele, porque o sentido do nada, que tende a intoxicar a humanidade, j?oi vencido pela luz e a esperan?que dimanam da ressurrei?. J??verdadeiras e reais as palavras do Salmo: «Nem as trevas, para V?t?obscuridade / e a noite brilha como o dia» (139/138, 12). J??? nada que envolve tudo, mas a presen?amorosa de Deus. At? pr?o reino da morte foi libertado, porque tamb?aos «infernos» chegou o Verbo da vida, impelido pelo sopro do Esp?to (Sal 139/138, 8). Se ?erdade que a morte j??tem poder sobre o homem e sobre o mundo, todavia restam ainda muitos, demasiados sinais do seu antigo dom?o. Se, por meio da P?oa, Cristo j?xtirpou a raiz do mal, todavia precisa de homens e mulheres que, em todo o tempo e lugar, O ajudem a consolidar a sua vit? com as mesmas armas d’Ele: as armas da justi?e da verdade, da miseric?a, do perd?e do amor. Tal foi a mensagem que, por ocasi?da recente viagem apost?a aos Camar?e a Angola, quis levar a todo o Continente Africano, que me acolheu com grande entusiasmo e disponibilidade de escuta. De facto, a frica sofre desmedidamente com os cru? e infind?is conflitos – frequentemente esquecidos – que dilaceram e ensanguentam v?as das suas Na?s e com o n?o crescente dos seus filhos e filhas que acabam v?mas da fome, da pobreza, da doen? A mesma mensagem repetirei com vigor na Terra Santa, onde terei a alegria de me deslocar daqui a algumas semanas. A reconcilia? dif?l mas indispens?l, que ?remissa para um futuro de seguran?comum e de pac?ca conviv?ia, n?poder?ornar-se realidade sen?gra? aos esfor? incessantes, perseverantes e sinceros em prol da composi? do conflito israelita-palestiniano. Da Terra Santa, o olhar estende-se depois para os pa?s lim?ofes, o M?o Oriente, o mundo inteiro. Num tempo de global escassez de alimento, de desordem financeira, de antigas e novas pobrezas, de preocupantes altera?s clim?cas, de viol?ias e mis?a que constringem muitos a deixar a pr?a terra ?rocura duma sobreviv?ia menos incerta, de terrorismo sempre amea?or, de temores crescentes perante a incerteza do amanh??rgente descobrir perspectivas capazes de devolverem a esperan? Ningu?deserte nesta pac?ca batalha iniciada com a P?oa de Cristo, o Qual – repito-o – procura homens e mulheres que O ajudem a consolidar a sua vit? com as suas pr?as armas, ou seja, as armas da justi?e da verdade, da miseric?a, do perd?e do amor. Resurrectio Domini, spes nostra – a ressurrei? de Cristo ? nossa esperan? ?isto que a Igreja proclama hoje com alegria: anuncia a esperan? que Deus tornou inabal?l e invenc?l ao ressuscitar Jesus Cristo dos mortos; comunica a esperan? que ela traz no cora? e quer partilhar com todos, em todo o lugar, especialmente onde os crist? sofrem persegui? por causa da sua f? do seu compromisso em favor da justi?e da paz; invoca a esperan?capaz de suscitar a coragem do bem, mesmo e sobretudo quando custa. Hoje a Igreja canta «o dia que o Senhor fez» e convida ?legria. Hoje a Igreja suplica, invoca Maria, Estrela da Esperan? para que guie a humanidade para o porto seguro da salva? que ? cora? de Cristo, a V?ma pascal, o Cordeiro que «redimiu o mundo», o Inocente que «nos reconciliou a n?pecadores, com o Pai». A Ele, Rei vitorioso, a Ele crucificado e ressuscitado, gritamos com alegria o nosso Aleluia!

Moacyr Goes

24/04/2009
Rio - Estamos ?ombra do desastre e da insanidade, enquanto n?for esquecida a ideia racista de separar os indiv?os pela cor, declar?os de ra? distintas e proporcionar-lhes direitos desiguais. O caso de Tatiana Oliveira, no Rio Grande do Sul, ?xemplo da a? criminosa e racista travestida de justi? Ela se inscreveu no vestibular usando de um direito franqueado pela Universidade Federal de Santa Maria, o de se declarar parda para obter mais facilidades. Isso por si j?eria um esc?alo, mas o que ocorreu foi mais monstruoso. Tatiana passou, usando o caminho das cotas, mas agora ?cusada de n?ter direito, mesmo sendo filha de pai pardo e m?branca. Sabem por qu?Pasmem! Uma comiss?descobriu que ela nunca foi discriminada, jamais foi ofendida por ser parda e que, por isso, n?deveria merecer a cota. Uma comiss?entrevistou a mo? julgou que ela n?pertencia ?a?certa e a condenou a sair da universidade. ?isso. Uma comiss?diz a qual ra?um indiv?o pertence. Isso me lembra os horrores do holocausto. Comiss?reconheciam os judeus e os separava. Uns iam direto para a morte; outros, para o trabalho escravo. Parece exagerada a compara?? Ent?pense em outra cena. Dois rapazes num banco em frente a uma comiss? Eles tiraram as mesmas notas. A comiss?aponta para um e sentencia: voc?st?entro, pois ?egro. O outro est?ora. Sua ra?discriminou as outras e agora ? hora da revanche. Essa cena n??eal? ? mas o di?go ? que no teatro chamamos de subtexto, as inten?s que movem o personagem. Na real, o texto vem travestido de justi?reparadora. O abismo se aproxima! * Diretor de teatro e cineasta

Ricardo Bergamini e dados do BCB

24/04/2009
Base: De Janeiro de 2003 at?ar?de 2009 Balan?Comercial S?e hist? de nossa balan?comercial com base na m?a/ano foi como segue: 85/89 (super?t de US$ 13,5 bilh?= 4,57% do PIB); 90/94 (super?t de US$ 12,1 bilh?= 2,70% do PIB); 95/02 (d?cit de US$ 1,1 bilh?= -0,15% do PIB). De janeiro de 2003 at?ar?de 2009 (super?t de US$ 34,7 bilh?= 3,42% do PIB). Necessidade de Financiamento do Balan?de Pagamentos S?e hist?a de nossa necessidade de financiamento de balan?de pagamentos com base na m?a/ano foi como segue: 85/89 (US$ 13,4 bilh?= 4,56% do PIB); 90/94 (US$ 17,4 bilh?= 3,89% do PIB); 95/02 (US$ 50,9 bilh?= 7,26% do PIB). De janeiro de 2003 at?ar?de 2009 (US$ 30,2 bilh?= 2,97% do PIB). Investimentos Externos L?idos (Diretos e Indiretos) S?e hist?a dos investimentos externos l?idos (diretos e indiretos) com base na m?a/ano foi como segue: 85/89 (negativo de US$ 6,3 bilh?= -2,14% do PIB); 90/94 (positivo de US$ 7,0 bilh? = 1,57% do PIB); 95/02 (positivo de US$ 24,3 bilh?= 3,46% do PIB). De janeiro de 2003 at?ar?de 2009 (positivo de US$ 21,0 bilh?= 2,07% do PIB). Arquivos oficiais do governo est?dispon?is aos leitores.

MPN/Estadão

24/04/2009
Felipe Recondo A Confedera? da Agricultura e Pecu?a do Brasil (CNA) vai protocolar na pr?a semana um pedido de impeachment contra a governadora do Par?Ana J? Carepa (PT), por descumprir decis?judiciais que ordenam a retirada de integrantes do Movimento dos Sem-Terra (MST) de fazendas no Estado. No s?do ?arde, um confronto armado entre militantes do MST e seguran? de uma fazenda, em Xinguara, no sul do Estado, deixou oito feridos. Uma a? civil p?ca j?ormulada pela CNA, que pede o impeachment de Ana J?, ser?evada ?ssembleia Legislativa do Par?N?ueremos j?a semana que vem protocolar esse pedido, afirmou a senadora K?a Abreu (DEM-TO), presidente da entidade. Depois do conflito de s?do na Fazenda Castanhais - pertencente ?gropecu?a Santa B?ara, do grupo do banqueiro Daniel Dantas -, K?a pediu ao Minist?o P?co interven? federal no Estado. Em mar? a CNA havia solicitado ?usti?paraense que decretasse a interven? no Par?mas o caso ainda n?foi analisado. Durante o enfrentamento, jornalistas e uma advogada foram mantidos ref? pelo MST, usados como escudo humano. Entre as rea?s, a Associa? Nacional de Jornais (ANJ) divulgou nota de rep? ao que chamou de a? criminosa dos sem-terra. Em outra nota, o MST negou ter mantido ref? e acusou os seguran? de planejarem um massacre. TROPA De acordo com a CNA, 111 decis?judiciais de reintegra? de posse, algumas julgadas h?ais de um ano, s?descumpridas pelo governo do Estado, o que permitira a interven? e o pedido de impeachment. O poder Executivo do Par?ransformou-se no ?mo juiz das invas?de terra. Quem decide se as ?as invadidas devem ser ou n?desocupadas ? governadora do Estado, autoridade que se substitui ao Judici?o, julgando em ?ma inst?ia o direito dos produtores rurais, reclamou a senadora, na representa? protocolada no Minist?o P?co. A representa? protocolada ontem precisa ainda ser analisada pelo procurador-geral da Rep?ca, Antonio Fernando de Souza. Se concordar com o pedido, o procurador encaminhar? caso para o Supremo Tribunal Federal (STF), onde o assunto ser?efinitivamente julgado. REFOR? Para evitar novos conflitos na regi? o governo do Estado pediu e o governo federal aceitou mandar para a regi?50 homens da For?Nacional de Seguran?- 20 partir?de Bras?a hoje e outros 30 chegar?no final de semana ao Par? Esses agentes far?apenas o policiamento ostensivo nas ruas de Bel? o que deve liberar a tropa especializada em conflitos agr?os a realizarem as reintegra?s de posse j?ecididas pela Justi?e coibir novos enfrentamentos entre fazendeiros e sem terra. Em nota, o governo do Par?nformou que as a?s para reintegra? de posse foram reiniciadas em abril deste ano, havendo executado, exitosamente, nove reintegra?s nos ?mos 15 dias. Ainda de acordo com o texto veiculado pelo governo do Estado, as opera?s prosseguem conforme planejamento pactuado com o Judici?o. Em nota anterior ?mprensa, divulgada ap? conflito, o governo j?legara que n?tem medido esfor? para diminuir a viol?ia agr?a.