Uma excelente cr?a sobre manifesta? anticastrista em Barcelona.
February 2nd, 2009 · 12:55 am
He visto algunas im?nes de esa gente otras veces, en esas cr?as que aparecen a cada rato en los peri?os o en la television. Gritos, coros, saltitos, una especie de infantilismo sazonado con las mismas consignas de hace 20 a? Los he visto antes, pero no tan de cerca. Como cualquier cubano que haya tenido que padecer las gesticulaciones pol?cas del castrismo en carne propia, huyo de las manifestaciones como de la peste. Pero la de hoy me ha regalado una gran alegr?que cre?irrecuperable, y una ronquera que me durar?oda la semana.
Vamos subiendo por Paseo de Gracia, avisados de que los “contramanifestantes” han llegado primero y se han colocado en el mismo lugar que figura en nuestro permiso. Llegamos antes de la hora prevista, pero ellos siempre llegan primero. Tienen el celo del obcecado, la obediencia concentracionaria del militante. Mientras que nosotros vemos la protesta como una obligaci?oral, no exenta de sentido del humor y diversi?el otro bando tiene la ventaja del entrenamiento previo en la “misi? carteles, banderolas, energ?y odio, mucho odio.
As?ue cuando faltan quince minutos para las 12, somos apenas una veintena, en la esquina de Paseo de Gracia con Diputaci?y todo parece indicar que habr?ncontronazo. Ante nuestro reclamo (“nosotros tenemos permiso y ellos no”), los Mossos de Escuadra nos explican que intentar desalojar a los castristas ser?problem?co, y nos piden que consideremos la opci?e compartir espacio; ellos garantizar?la seguridad con el cord?olicial. Y lo hacen, de manera impecable, pese a las numerosas provocaciones.
La prensa tambi?ha llegado temprano. Son bastantes, cosa que me sorprende, porque el d?est?luvioso y lo nuestro es el tipo de noticia que siempre queda oculta por “problem?ca”. En Madrid, el lleno de la Plaza del Sol bajo la nevada es una garant?de que todos los medios tendr?que referirse a la “manifestaci?nticastrista de Aguirre”, que es el reduccionismo m?com?Pero ac?as garant? son pocas: los medios se desviven por ser imparciales, y m?cuando del lado de los castristas hay varios se?s que se sientan en el Parlamento de Catalunya.
Desplegamos la pancarta horizontal con el lema de la manifestaci?y avanzamos hasta donde los Mossos nos permiten. Ellos son m?y tienen entusiasmo, pero no contaban con nuestro meg?no, de mejor calidad que el suyo. As?ue empieza un toma y daca de consignas, con algunos de los mejores momentos de la jornada. Coro contra coro, porque con esta gente no se puede dialogar —aunque varios de nuestro bando lo intentan, que conste. Ellos nos dicen “mercenarios”, y nosotros les decimos que el consulado les paga “con putas y con viajes”. Ellos dicen “Patria o muerte” y nosotros ripostamos “Patria y vida”. Hablan del bloqueo, y nosotros tambi?mencionamos el bloqueo de los Castro sobre las libertades del pueblo cubano; sueltan aquello de “Qu?iene Fidel”, y la respuesta es obvia: “Demencia senil”. El c?l se asoma al balc?on su c?ra, y nosotros le regalamos un lema espont?o que alguien ha tenido la magn?ca idea de traer impreso en un simple A4: “S?me la foto/Yo no tengo miedo”.
Parece que ellos ser?muchos m? pero en realidad apenas empiezan a llegar los de nuestro bando. Media hora despu?ya pasamos el centenar (he hecho un conteo rigurosos, pues siempre me quejo de las noticias en las que el n?o de asistentos oscila como un p?ulo ideol?o). Todo el que llega quiere el meg?no. Y se lo damos. Todo el mundo tiene ganas de gritar: hay un ex preso pol?co, una se? del barrio alto, una estudiante acabada de llegar, gente con ni?y perros, varios que vienen desde Andorra, catalanes orgullosos con sus senyeras, blogueros, escritores… Todo el que quiso gritar, grit? el resultado fue un bando con m?nervio y entusiasmo que los del mon?o sonsonete “Cuba va”, “Acu?ate de Gir?(¡!), “Vivan los Cinco H?es”. (Tambi?nos acusaron de “traficantes”, pero esa parte no la entendi?die.)
Cuando agarro el meg?no grito que esos que se dicen antifranquistas y enarbolan la bandera de la Rep?ca deber? avergonzarse de apoyar una dictadura. Luego los invito a cantar “La Internacional” y a mostrar una banderola con un Lenin punz?ue hab?asomado t?damente media hora antes. Son orgullosamente comunistas, y se saben la letra. Pero lo de Lenin parece que ya es demasiado, as?ue lo esconden, para nuestra decepci?
A la 13.30 nos vence el hambre y nos largamos entre risas. Contentos de ser libres, agradecidos con todos los catalanes, espa?s y cubanos que no han dudado a la hora de pararse a nuestro lado.
Ojal?ue muy pronto en La Habana los cubanos puedan gritar como nosotros lo hemos hecho hoy.
Mientras, ah?a nuestro aviso al c?l Cala?acost?ese, que fue la primera, pero no ser?a ?ma. Y la pr?a vez seguro que seremos m?
Ernesto Hern?ez Busto
Barcelona
Foto: EFE.