BALAN? SANGRENTO DE CINCO D?ADAS DE DITADURA
Sangriento balance de cinco d?das de dictadura
MARIA C. WERLAU
Especial para El Nuevo Herald
Fidel Castro ha logrado un trato favorable a nivel mundial que contrasta ampliamente con el que reciben la mayor?de los tiranos. Esto es m?apreciable si se tiene en cuenta que ha sido el gestor del episodio m?sangriento de la historia republicana en Am?ca Latina y que su r?men de terror ya dura cinco d?das.
En efecto, Fidel Castro ha sido el gur? una de las campa?propagand?icas m?exitosas de la historia. El elemento clave detr?de la gran manipulaci?a sido el haber podido ocultar sus peores cr?nes y el haber propiciado muy exitosamente un profundo desconocimiento del enorme costo en vidas de la dinast?castrista. Eso explica, al menos en parte, por qu?ay tal grado de ignorancia sobre la esencia netamente sanguinaria e implacable del r?men y, a la vez, el que se haya justificado el estado polic?o cubano en funci?e los supuestos principios de igualdad y justicia social que muchos le asocian. Pero la emergente evidencia har?mposible sostener esta falsa legitimidad por mucho m?tiempo. Cuando finalmente se imponga la verdad, quedar??damente al descubierto la singular habilidad del castrismo para enga?tanto, a tantos, y por tanto tiempo.
Desde fines de los a?noventa, el Archivo Cuba ha venido rebatiendo la enorme y millonaria maquinaria de propaganda castrista para poner al descubierto los r? de sangre que ha dejado a su lastre. Ha ido creando un abarcador registro de muertes basado en la consolidaci?e esfuerzos anteriores o colaterales as?omo en una labor de documentaci?e casos nuevos o no recogidos antes. Esta n?a de muertes dificultar?l que se contin?asando por alto los peores cr?nes del castrismo as?omo la magnitud y el car?er actual de la tragedia.
Hasta la fecha el Archivo Cuba, www.CubaArchive.org, ha documentado m?de 8,200 v?imas del castrismo a partir del 1ro. de enero del 1959. Hasta el a?003 tom?si exclusivamente de la investigaci?ealizada por uno de sus directores, el doctor Armando Lago (1939-2008), para su libro a?n?to --estudio que realiz?yormente con bibliograf?ya existente. En a?recientes, el esfuerzo se ha volcado en la obtenci?e testimonios directos y fuentes de informaci?uevas. La colaboraci?on el Memorial Cubano (www.memorialcubano.org) ha sido decisiva para acceder a la comunidad cubana con el fin de mejorar la documentaci?obre las v?imas.
Hasta el 15 de diciembre del 2008, se han documentado 5,732 fusilamientos, asesinatos y desapariciones. Adem?se han registrado 515 muertes en prisi?or negligencia m?ca, suicidio y accidente. Estas cifras, que representan una suma parcial y creciente, ya constituyen m?de dos veces el total oficial de todas las desapariciones y muertes (3,197) causadas por el r?men militar chileno de Augusto Pinochet. Sin embargo, mientras Pinochet fue objeto de escarnio mundial, Fidel Castro ha recibido el pl?me de las m?influyentes figuras del orbe.
Solamente en el 2008 se han registrado 42 muertes en prisiones de Cuba --dos asesinatos por guardias penales, 23 muertes por falta de cuidado m?co, 11 suicidios, dos por accidentes en circunstancias de negligencia, y una sin causa reportada. Entre el 1ro. de enero de 1959 y el 15 de diciembre del 2008 la relaci?arcial de muertes ocasionadas por el castrismo alcanza las 8,237 si se incluyen las muertes en combate en acciones contra el gobierno comunista.
Aparte de esa demoledora cifra, se estima que los muertos en intentos de salida por mar pudieran superar los 77,000. Este c?ulo econom?ico fue derivado por el doctor Lago, economista graduado de la Universidad de Harvard, con datos del Servicio Guardacostas de Estados Unidos y estudios realizados en las universidades de Miami y La Habana, respectivamente. Pero la cifra exacta de balseros es imposible de constatar. Archivo Cuba s?tiene documentadas 1,104 muertes o desapariciones en intentos de salida debido a que no ha existido un esfuerzo sistem?co en el exilio para registrar estos casos. Francisco Chaviano Gonz?z intent?sde la isla crear un registro de desaparecidos, principalmente en el mar. Fue apresado en 1994 y cumpli? prisi?3 a?de una sentencia de 15 por revelar secretos de Estado. Lo liberaron en agosto del 2007 con su salud quebrantada.
Uno de los m?pavorosos aspectos de esta tragedia es el asesinato por parte de autoridades cubanas de civiles intentando escapar de la isla. Un esfuerzo incipiente ya arroja unos 200 de tales asesinatos. Esta prematura cifra compara con las 227 v?imas en intentos de cruzar el muro de Berl?durante el comunismo en Alemania Oriental.
El mundo la desconoce, pero pone de manifiesto una pavorosa realidad nunca antes vista en este hemisferio --una pol?ca de estado de liquidar a ciudadanos indefensos por querer abandonar su pa? Los guardafronteras cubanos han hundido embarcaciones, embisti?olas o tir?oles enormes bolsas de arena desde avionetas o helic?ros, y han ametrallado civiles, sin importar su edad o condici?Se han recibido informes de unidades militares espec?camente dedicadas a esa macabra tarea. Las masacres del Can?r en el 1980 y la del remolcador 13 de marzo del 1994, que dejaron decenas de v?imas incluyendo muchos ni? son s?los episodios m?conocidos. Se calcula que el n?o de sacrificados pudiera estar en los miles, aunque s?podr?stimarse con mayor certeza si alg??se recuperan los archivos secretos del estado cubano. Por lo general los ?os testigos que han quedado son los propios victimarios.
El caso de Iskander Maleras Pedraza, de 26 a? y Luis Angel Valverde Linfernal ofrece un grado excepcional de comprobaci?Ambos fueron ametrallados por guardafronteras cubanos al intentar llegar por mar a la base naval estadounidense en Guant?mo el 19 de enero del 1994. Del grupo de cuatro amigos, uno logr?egar a la base, por lo que no pudo ocultarse el asesinato. Otro fue apresado, enjuiciado y enviado a prisi?omiciliaria. Por ser Maleras de Guant?mo y sus padres conocidos y respetados profesionales, el r?men manipul? revuelo popular con una campa?ublicitaria destinada a sembrar miedo entre posibles imitadores. Se exhibieron fotos de los cad?res y se condecor?blicamente a los guardias responsables por cumplir ?nes. Los mismos documentos jur?cos del gobierno cubano y las emisiones de su prensa oficial constatan el asesinato y su causa.
Otro caso, el de Miguel Guerra Mora, Daniel Cosme Ramos y Federico Mart?im?z, se reporta oficialmente como desaparici?pero todo indica que los tres fueron asesinados en una salida mar?ma. Guerra Mora, de treinta y seis a?y padre de dos hijos, era t?ico en dragado. El 19 de mayo del 1991, durante una obra en el puerto de Palo Alto, Ciego de Avila, ?y sus dos compa?s tomaron el mando de una embarcaci?Nunca m?se supo de ellos. Su familia los busc?sesperadamente, incluso con gestiones ante pa?s donde hubieran podido llegar. Al cabo de cinco a? un guardafronteras se compadeci?les hizo saber confidencialmente que los tres hab? sido ametrallados intentando escapar.
El Archivo Cuba tiene en su registro de muchos m?casos --tanto de asesinato como de fusilamiento-- por intentos de salida, cada uno tan o m?aterrador que el anterior. Tal aberraci?mana del hecho con pocos precedentes mundiales de que las mismas leyes de Cuba penalicen con c?el a sus ciudadanos por tratar de abandonar su pa?sin permiso del gobierno. Hoy en d?varios presos pol?cos cubanos cumplen sentencias de hasta 25 a?por dichos delitos.
Al sucesor designado de Fidel Castro, su hermano R?, se le atribuye ordenar en persona al menos 550 fusilamientos en la provincia de Oriente al triunfar la revoluci?Muchos se llevaron a cabo sin siquiera la pretensi?e un juicio. Adem? como Ministro de Defensa, Ra?stuvo directamente al mando de Tropas Guardafronteras dedicadas durante d?das a matar civiles tratando de huir y orden?aques de armas qu?cas que dejaron miles de muertos en Angola en los a?ochenta.
El costo del largo y negro cap?lo de la historia cubana escrito por los hermanos Castro ha sido enorme. En la t?ica cuenta de muertes extrajudiciales hay decenas de menores de edad y mujeres. Y la matanza alcanza m?que a cubanos. A la fecha, se han constatado 68 extranjeros asesinados, fusilados o desaparecidos por el gobierno castrista. En total, el conteo parcial arroja que, en vida de Fidel Castro, ?y su herman?mo han provocado m?de 100,000 muertes si se toman en cuenta las bajas cubanas que se estiman en los conflictos armados. Si se sumaran las v?imas extranjeras de las guerras internacionalistas en Africa y la subversi?nternacional financiada y organizada por Cuba a nivel mundial, el saldo podr?llegar a varios cientos de miles.
Pero las cifras nunca har?honor al enorme sufrimiento humano que esta tragedia ha provocado. Sus efectos reverberan entre miles de personas impactadas directa e indirectamente. Cada caso es una historia de p?ida y dolor casi inimaginables. Cada vida truncada es la de una hija, un padre, una hermana, un esposo, un nieto, una prima, un amigo. ¿C?calcular el robo prematuro de cada vida y de cada futuro deshecho? ¿C?comprender el grado de desesperanza, dolor y trauma que ha dejado el martirio de personas indefensas? Es imposible de medir. Pero, a fin de cuentas, es esto, junto a todo el resto del sufrimiento y las miserias que caus?o que constituir?l legado m?tenaz de Fidel Castro.
Con el tiempo se ir?conociendo mejor los nombres, rostros e historias de las v?imas. Ojal?ue esto propicie una exigencia cada vez mayor de poner fin a la opresi?n Cuba. Y cuando Cuba sea libre y se contemple la magnitud de esta tragedia, se pondr?e manifiesto lo imperioso de renunciar a la violencia para forjar el destino de la naci?ubana.
Eso dar?sentido al sacrificio de tantos y dejar?un valioso regalo a las generaciones presentes y futuras que merecen vivir en paz.
--------------------------------------------------------------------------------
¡Participe en la discusi?
El Nuevo Herald se complace en ofrecerle a sus lectores la oportunidad de compartir experiencias e intercambiar observaciones sobre lo que publicamos diariamente en nuestra edici?igital. Los instamos a participar en nuestros debates de manera abierta y franca, pero sin hacer juicios hirientes o fuera de orden. Nos reservamos el derecho a eliminar las opiniones que no cumplan estas normas. Algunos de las comentarios que usted hace pueden ser reproducidos en el diario impreso o en otras p?nas de nuestro sitio. Muchas gracias por compartir sus puntos de vista. Para hacer comentarios debe registrarse en elNuevoHerald.com la primera vez. Lo que escriba estar?ebidamente identificado con su nombre de usuario. ¿Todav?no se ha registrado? Presione aqu?- para hacerlo ahora mismo.